martes, 3 de noviembre de 2015

Manuel Llao, al analizar el momento nacional afirma;


Nuestro rol ha sido un factor relevante para promover la unidad campesina e indígena.



         El principal conductor del MUCECH y también presidente Nacional de la Confederación LEFTRARU, Manuel Llao Calcumil, al analizar el periodo histórico en el cual estamos transitando y como se expresan en su interior las principales tendencias que sostienen el orden vigente como las que trabajan por cambiarlo, explica la importancia de una conducción seria para movilizar al movimiento campesino e indígena tras propósitos democráticos.
         Al respecto, sostiene el principal conductor del MUCECH y destacado dirigente mapuche, que una línea política correcta se reconoce por sus resultados y por la amplitud de su convocatoria tras un objetivo que responda a una justa apreciación del momento que se vive y  permita alterar las fuerzas sociales hacia un escenario donde sea factible avanzar, fortaleciendo y enriqueciendo a la coalición que se convocó para cumplir una misión concreta.
         Un resumen de la trayectoria del actual líder del MUCECH, nos indica con claridad, que su lucha ha sido constante, en la práctica para construir  una alianza poderosa en la cual las aspiraciones de los   mapuches  puedan estar en lo fundamental insertas en  el programa de dicha tendencia.
         Su paso por los sindicatos en su temprana juventud, junto a la herencia de sus padres,  hizo comprender a Manuel que para la inmensa mayoría de los asalariados, la historia mapuche, también forma parte de la historia de los trabajadores. Para la mayoría de los asalariados, la cultura y los nombres de los líderes antiguos, como Caupolicán, Lautaro Fresia, Galvarino, entre otros tantos elementos, son motivo de orgullo para bautizar a los hijos de muchos  chilenos, por lo tanto en esta realidad, encuentra la base sólida para sustentar la alianza estratégica campesina e indígena con la cual estima que se puede romper el aislamiento.
         Manuel Llao tras el retorno a la democracia, surgió como uno de los conductores del movimiento mapuche más lúcidos y que con firmeza fue capaz de dotar  a su organización de un        programa, donde inserta la realidad rural que viven las mayorías de los mapuches en su condición de pequeños productores o de asalariados en el marco de una alianza mayor con los campesinos, que integran la llamada Agricultura Familiar Campesina (AFC).
         El proyecto estratégico de Leftraru venció las desconfianzas y se ganó el respeto de las organizaciones históricas de los campesinos asalariados y de pequeños productores que integran el MUCECH. Y en su interior, contribuye además con seriedad al desarrollo y potenciamiento de las confederaciones nacionales.
        El rol desempeñado por el líder de la Leftraru junto a los dirigentes y técnicos de las organizaciones de pequeños agricultores para darle forma a una plataforma unitaria de largo alcance tras el horizonte de elaborar desde el MUCECH una política forestal campesina e indígena, es el primer fruto de una conquista que se ganó el espacio a nivel del Estado, traduciendo en una política concreta  un Plan Forestal Campesino e Indígena que ha beneficiado  miles de campesinos e indígenas.
       Así también han contribuido con entusiasmo a construir consensos  para tener una política de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena para atender la defensa del medio ambiente;  la recuperación de los suelos degradados;  el desarrollo de la mujer; el fomento productivo de los campesinos e indígenas; la extensión de la democracia en el medio rural, entre otras.
         La llegada de Manuel Llao a la presidencia del MUCECH, en un momento difícil, marcado por un serio retroceso de las fuerzas democráticas y de un repunte de la extrema derecha, cuando asume la dirección del país el presidente Sebastián Piñera. Período en el cual, se incrementa peligrosamente la desorganización y la desorientación de las mayorías nacionales y que también golpean en la AFC, momento que requería de una conducción para abandonar la dispersión y buscar la unidad del sector.
         En ese cuadro particularmente  confuso, la elección de Manuel Llao como presidente del MUCECH, no solo es el resultado de una estrategia que se ganó la confianza y se proyectó como uno de los actores claves para mantener,  fortalecer la alianza y darle una conducción seria a este relevante bloque social que tiene una enorme responsabilidad para defender a la AFC dentro y fuera de Chile, sino que surge como el dirigente que da las garantías suficientes para defender y cultivar al más alto novel la Unidad Campesina e Indígena.
        Después de largas dos décadas de dispersión y atomización de las organizaciones campesinas e indígenas, la tarea llevada adelante por la conducción de Manuel Llao, logro concitar el apoyo, primero al interior del MUCECH y luego  en la buena disposición de los principales dirigentes de las organizaciones hermanas, que venciendo dificultades, aceptaron la invitación a sentarse en la mesa para discutir con franqueza el tema de la unidad.
        En este proceso se sentaron  a dialogar quienes mantienen legítimas visiones ideológicas diferentes, como es el caso de quienes participan en la CUT  con los que participan en la UNT, los cooperativistas con los asalariados, un nuevo enfoque del tema de la mujer logro despejar el camino para dialogar con ANAMURI y así se fue construyendo primero la confianza y luego la decisión de buscar juntos una enfoque del desarrollo de la AFC y a partir de esta visión compartida elaborar un programa.
      Después de un año de muchas reuniones y trabajos unitarios, para tener una sola voz en el exterior en las instancias donde participan los campesinos y pueblos originarios; se logró concordar una propuesta para dialogar con INDAP y el Ministerio de Agricultura y así se continuó trabajando para mirar hoy que se acerca el día de la gran  unidad.
        El presidente del MUCECH logró concordar con sus pares de las confederaciones hermanas la realización del Primer Encuentro Nacional de las organizaciones Campesinas e Indígenas que se realizará en Santiago los días 24 y 25 de noviembre próximo.
       Cuando estamos llegando al final de esta primera etapa del camino que nos conduce a la unidad, podemos con orgullo señalar que esta cerca l materialización de esa gigantesca aspiración que nos demanda fortalecer y ampliar las capacidades de las organizaciones campesinas e indígenas para conquistar más y mejores espacios para el desarrollo de Chile, en un ambiente menos contaminado, con soberanía alimentaria, con el agua como un bien de uso público, con un trato justo, democrático y progresista a los pueblos originarios,  con respeto a los derechos humanos y con un país que no se asusta por incorporar a todos sus hijos al desarrollo en igualdad de condiciones.

       Este ha sido y es el camino de la unidad que viene practicando Manuel LLao al frente del conjunto de las organizaciones campesinas e indígenas que conforman el MUCECH y que mañana en un nuevo paso adelante dará forma a una mayor alianza más inclusiva.

Por Eduardo Henríquez, periodista


No hay comentarios:

Publicar un comentario