viernes, 29 de agosto de 2014

OPINIÓN: NO MÁS EDUCACIÓN RACISTA Y COLONIAL PARA EL PUEBLO MAPUCHE

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POR JONATHAN ZAPATA PAINEMAL, COORDINADOR DE LA FEDERACIÓN MAPUCHE DE ESTUDIANTES. PABLO MILLALEN LEPIO Y HERSON HUINCA PIUTRIN, MIEMBROS DE LA COMUNIDAD DE HISTORIA MAPUCHE.

En el presente mes dos hechos han marcado la tónica respecto a las demandas del movimiento estudiantil Mapuche. El pasado 7 de Agosto en las dependencias de la Secretaria Regional del Ministerio de Educación en la ciudad de Temuco se realizó un debate sobre la reforma educacional que desea implementar el gobierno de turno. A este evento se dieron cita los representantes de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados; Mario Venegas (DC) presidente de la misma y, además, representante del oficialismo, y por otro, María José Hoffman (UDI) y Felipe Kast (Evopoli), representantes de la oposición. Se sumaron, también, una serie de sostenedores de colegios, profesores, investigadores de la educación, estudiantes secundarios, entre otros. Siguiendo una ya conocida rutina de la política chilena, el transcurso de esta exposición se entrampó en una clásica rencilla de partidos políticos, reduciéndose la discusión al aplausometro y el pifiometro; toda una guerra de papeles en el aula de clases. Lo que hemos visto de esta discusión fue la ausencia y el desplazamiento del Pueblo Mapuche a participar de la reforma educacional. Es más, se trató de una reunión sin proyecciones de futuro, en razón de que no se abordaron las temáticas y problemáticas educacionales atingentes al entorno socio-histórico del territorio Mapuche.
Un segundo hecho viene de manifestarse con una ocupación simbólica de las dependencias de la Secretaria Regional del Ministerio de Educación aludiéndose a que “el Wallmapu tiene derecho a decidir su propia educación” y “No más educación racista para el Pueblo Mapuche”. De esta manifestación, los Mapuche cuestionamos aquella idea de construcción nacional chilena fundada en una educación blanca y de orden racista para con las Naciones Originarias. Esta educación homogeneizadora que legitima y reproduce una chilenidad colonial es la que a nivel cotidiano se expresa en el racismo, la discriminación y marginación del Pueblo Mapuche respecto a su participación en la decisión de la educación que se imparte en los diversos territorios.
El examen que hacemos de esta situación es que un debate de tal envergadura, como es la Reforma educacional, no debiera limitarse solamente a la participación de los actores políticos gubernamentales, su oposición y sostenedores de colegios. Como hemos venido remarcando, hasta ahora se han excluido de esta reforma al Pueblo Mapuche y los actores del movimiento estudiantil Mapuche, los que han instalado en la agenda pública la discusión y han invitado a repensar la educación vigente. Más aún cuando la clase política se ha demostrado incapaz de llamar la atención sobre esta problemática nacional. De este proceso, vemos que la ausencia de participación de las Naciones Originarias en la reforma educación, del Pueblo Mapuche en particular, se manifiesta una vez más como nuevas formas de invisibilización, que prologan una educación jerárquica y racista.
Que los Pueblos Indígenas en Chile son sujetos de derecho es algo que las instituciones gubernamentales y quienes las dirigen no han internalizado. El año 2009, el Estado chileno ha ratificado el Convenio 169 de la OIT, estableciendo que el Estado de Chile “deberá asumir, con la participación de los pueblos indígenas, la responsabilidad de desarrollar acciones para proteger los derechos de estos pueblos (…). Estas acciones incluyen medidas que aseguren a los miembros de los pueblos indígenas gozar de manera igualitaria de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a todas las personas”.
Como actores Mapuche sujetos de derechos, exigimos participación en torno a qué tipo de educación deseamos para nuestro pueblo y las generaciones venideras. Y como hemos presenciado hasta el día de hoy, el Gobierno chileno no se ha interrogado sobre ¿Qué tipo de educación desea la sociedad Mapuche?, o si ¿Desean la construcción de un sistema curricular diferenciado, desde y para el desarrollo y proyección en tanto que pueblo?
La situación de sujeción colonial, marginalidad y exclusión generalizada en la cual se encuentra la sociedad Mapuche se condice con la histórica incapacidad del sistema educacional chileno de incluir diversamente la complejidad y riqueza que el mundo mapuche representa. De aquí las problemáticas que nos inquietan; ¿La reforma educacional que se está discutiendo a puertas cerradas está considerando estos factores? ¿Qué podemos entender cuando se está diciendo educación de calidad, pero sin la apertura y construcción de una educación pertinente con las Naciones Originarios y las diversidades del país? ¿Se puede hablar de una educación de calidad, cuando ésta se continua construyendo sobre una exclusión racista del Pueblo Mapuche?
Sin duda, aún impregna a la clase y elite política chilena el dogma de la superioridad racial, colonial y euro-centrista, que les motiva a decidir por el Pueblo Mapuche. Paternalismo e indigenismo han sido las ya conocidas acciones que les asegura que los Mapuche carecen de las capacidades de poder decidir sobre su propio destino, aún cuando sus historias, conocimientos y epistemologías – el mapuzugun, el kimün y rakizuam – perduran en busca de liberarse y proyectarse hacia el futuro.
Es por lo cual, emplazamos al Estado chileno a reflexionar críticamente sobre la reproducción de sus prácticas de gubernamentalidad colonial para con el Pueblo Mapuche, propiciando la generación de espacios autónomos, donde este sea participe activo en la articulación ejecución e implementación de las políticas hacia las Naciones Originarias. Para ello, consideramos importante la discusión de una nueva Constitución que establezca y declare al Estado como plurinacional, liberando así, las ataduras de la actual
Esta información se extrajo de un medio de comunicación cuyo crédito se menciona al final de la noticia. El contenido de la noticia no representa necesariamente la postura de Amnistía Internacional.
The Clinic Onlinel Carta Fundamental que no nos otorga las autonomías, las representaciones políticas y que, finalmente nos excluye.

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