Agricultores brasileños están demandando a Monsanto por supuesto cobro ilegal de royalties y por obligarlos a firmar contratos de compra “abusivos”, reportó GM Watch el pasado lunes.
En Brasil, las demandas encabezadas por agricultores se están apilando en contra de Monsanto por cobrar royalties sobre la soya RR1, consideradas ilegales y por condicionar la venta de la nueva semilla GM Intacta RR2 a una firma de contrato considerado abusivo, de acuerdo a un artículo de Valor Online (Brasil). Los abogados de los agricultores y cuerpos representantes estiman el valor de las demandas en contra de Monsanto en $1.9 billones de reales brasileños (alrededor de USD $1 billón). Los procesos no han sido cerrados, pero estimaciones preliminares estipulan que las demandas afectarían las ganancias de la corporación.
De acuerdo a Orlando Julius Caesar, abogado de la Unión Rural Sinop, un acuerdo alcanzado en una demanda previa contra Monsanto ha resultado en que muchos agricultores se rehúsan a comprar las semillas de Monsanto. “Monsanto está tratando de crear reglas de mercado que no existen para ningún otro producto,” dijo. Artículo en portugués en la prensa brasileña
En octubre del 2013 el juez Alex Nunes Figueiredo, de la Corte Especializada para Acciones Civiles de Mato Grosso/Cuiaba, bloqueó el intento de Monsanto de obligar los agricultores brasileños a firmar acuerdos restrictivos antes de acceder a la nueva semilla GM de la corporación, la soya RR2 Intacta.
El contexto de esta historia es que el año pasado, la Corte Suprema de Brasil sentenció que Monsanto había recaudado ilegalmente royalties de parte de agricultores para su soya RR1 y que la corporación debía reembolsar a los agricultores.
Entonces Monsanto llegó a un acuerdo con Famato y otros sindicatos de agricultores. El trato era que los agricultores que querían plantar soya RR2 Intacta firmarían un acuerdo con Monsanto al momento de la compra, cediendo los derechos a un fondo de reembolso de los royalties ilegalmente cobrados.
Cualquier agricultor que firme el acuerdo también debía ceder otros derechos importantes.Otorgaría a Monsanto el derecho de entrar e inspeccionar su propiedad en cualquier momento. El agricultor sería completamente vulnerable a CUALQUIER decisión que la corporación tomara, incluyendo el aumento de cuotas de royalties o la confiscación de parte de su cosecha – y el agricultor estarían de acuerdo en no demandar a Monsanto en ningún momento. Al mismo tiempo, la corporación no garantiza un aumento en la producción de la RR2 Intacta.
El agricultor también estaría de acuerdo con “la declaración de principios que reconoce los derechos de propiedad intelectual sobre tecnologías agrícolas”. Esto infringe la ley de semillas de Brasil, la cual protege los derechos de los agricultores de guardar, usar o vender semillas o productos de sus propios cultivos. En resumen, el acuerdo pone los intereses de Monsanto por sobre la ley brasileña y priva a los agricultores de sus derechos.
En la última sentencia del 11 de octubre, el juez Figueiredo bloqueó las exigencias de Monsanto de que los agricultores firmen el acuerdo como condición para comprar RR2. El juez declaró que Monsanto se está aprovechando injustamente de su posición favorable en el mercado como el único proveedor de la nueva tecnología Intacta RR2, al forzar a los agricultores a “cumplir con cláusulas que son gravosas, si no ilegales” como condición al momento de la compra del producto. Además, el juez dijo que el acuerdo de Monsanto puede infringir la ley del consumidor brasileña.
Traducción: Ignacia Guzmán Zuloaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario