La Agricultura Familiar Campesina de Chiloé
Rolando Rojas, Encargado de Fomento Productivo de la Corporación El Canelo, Sede Sur.Chiloé se encuentra doblemente aislado en relación al contexto de Chile y de las transformaciones agrarias globales como la revolución verde, es decir, la producción de la isla, per se, es orgánica. Por ello, ha existido un sistema rotativo silvoagropecuario tradicional y sostenido durante siglos, el que partía con un cultivo de papas, luego de una limpia de terreno continuaba con un cultivo de trigo o avena, terminando con una pradera natural para ovejas y vacunos que seguía hasta la nueva aparición de matorral y bosque. Esta rotación podía durar años dependiendo de la superficie del predio y el número de integrantes de la familia. Este sistema permitía la alimentación suficiente para las familias rurales, forjando su autonomía y sustentabilidad, fomentando un trabajo pluriactivo con múltiples rubros de subsistencia, sumando a todo esto el trabajo en el mar con recolección de mariscos y pesca, dando una autenticidad e identidad que aún perduran, por ello Chiloé ha sido declarado como Sistema Ingenioso del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), según la FAO.
El ingreso de las empresas acuícolas hace unos 26 años, ha marcado una evolución de la Agricultura Familiar Campesina chilota, generando fuertes tasas de disminución en cultivos anuales y permanentes, de 20.000ha en el año 1977 a 6.000ha en el 2007, según los censos agropecuarios.
Ejemplos de esto son el cultivo de la papa, que ha disminuido su superficie en un 50% en 30 años, y el trigo que casi se ha extinto en la isla. Esto se debe, principalmente, al costo oportunidad en relación a la fuerza de trabajo, la cual prefirió un trabajo asalariado en las empresas salmoneras, eliminando el trabajo mancomunado de las mingas, que era vital en las faenas campesinas y otros menesteres. De esta manera la población rural va en disminución, aumentando el número de edad de las personas que viven en el campo, pues los jóvenes no están volviendo a sus lugares de origen.
Sin embargo, la producción pecuaria ha aumentado, gracias a los programas de gobierno, en especial el Sistema de Incentivos de Recuperación de Suelos Degradados.
De todo esto podemos deducir que el archipiélago de Chiloé es altamente sensible a las variaciones y que resulta imprescindible que las Políticas Públicas sean trabajadas de manera participativa con un apoyo permanente de nosotros los profesionales, fomentando un desarrollo endógeno, donde los actores involucrados, especialmente la AFC de Chiloé, asuma los desafíos, compromisos y su orientación, respetando sus costumbres creencias, temores y por sobre todo su conocimiento empírico y ancestral, en función de la sustentabilidad completa de la isla
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