lunes, 19 de diciembre de 2011

Agricultura familiar requiere políticas públicas activas para insertarse en los mercados de América Latina y el Caribe


Con encadenamientos productivos adecuados y participación activa en los procesos de comercialización, la agricultura familiar podría ser clave en el desarrollo rural, señaló la FAO.

Para apoyar la inserción de agricultura familiar en los mercados se requiere un sistema agroindustrial más coordinado.
Santiago de Chile, 06 de diciembre de 2011- La agricultura familiar enfrenta una serie de limitaciones claves para poder participar de los mercados en América Latina y el Caribe, señaló hoy la Oficina Regional de la FAO.
Políticas públicas inadecuadas, sus bajos volúmenes de producción y competitividad, su falta de información y débil infraestructura son algunas de las limitaciones que impiden que los pequeños productores participen adecuadamente en las cadenas productivas de la agricultura.
“Las cadenas agroindustriales en América Latina y el Caribe están cada vez más globalizadas y concentradas, lo que impone barreras mayores para la inserción de la agricultura familiar,” señaló Fernando Soto Baquero, Oficial de Políticas de la FAO (ver video)
Según la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, los gobiernos de la región debe jugar un rol más activo para reducir las asimetrías de poder entre los diversos actores y garantizar un mejor acceso a los mercados de parte de los pequeños productores.
“Con una participación activa en los procesos de comercialización en una manera asociativa y con visión del mercado, la agricultura familiar podría catalizar un desarrollo territorial rural sostenible y participativo,” señalo Ekaterina Krivonos, Oficial de Comercio y Mercados de la FAO.
El tema del acceso a los mercados fue debatido en el seminario de expertos, Agricultura familiar y acceso a los mercados: Nueva evidencia"
Inserción de agricultura familiar requiere un sistema agroindustrial más coordinado
Un estudio del Centro de Investigaciones Económicas, CINVE, concluyó que para apoyar la inserción de agricultura familiar en los mercados se requiere un sistema agroindustrial más coordinado, capaz de transmitir informaciones desde el consumidor al productor y viceversa, y capaz de responder de forma rápida frente problemas sanitarios u otros cambios en las demandas de los consumidores.
Estos cambios requieren esfuerzos conjuntos y coordinados por parte de los agentes de la cadena, involucrando a organizaciones privadas, público-privadas, estatales y de ciencia y tecnología, entre otras.
El estudio CINVE analizó casos en Paraguay y Uruguay. “Paraguay es el país más rural de Sudamérica, según el último censo del 2003, el 43 % de la población es rural”, señaló Carlos Peixoto (ver video), investigador del CINVE que presentó los casos de las cadenas agroindustriales de la mandioca y el azúcaren Paraguay.
En Paraguay existen 280.000 fincas de la agricultura familiar, que representan el 83 % de los establecimientos agropecuarios. En Uruguay, según el censo del 2000, alrededor del 80 % de los productores de frutos de hoja caduca podían considerarse de tipo familiar, y se considera que alrededor del 40 % del valor de producción de la fruticultura está generado en explotaciones de tipo familiar.

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